Nací en Argentina, crecí en Tenerife (Canarias) y desde hace varios años vivo en Berlín. Desde los 4 años y hasta los 13 aprendí ballet, la base de todos los bailes y luego, fui desarrollando otras disciplinas como flamenco y estilos latinos: salsa, samba y bachata. Dado mi temperamento y mis raíces artísticas, me enamoré de los bailes latinos especializándome en éstos ritmos desde el año 2011 en Tenerife.


¿Cómo describirías tu pasión por la danza?


Bailar para mi es brillar, despertar, exponer todo el potencial de uno mismo, sentirse libre, vivo y en confianza con la vida. Es poder expresar todas las emociones, es sentir, es estar conectado con la vida, es estar en coherencia con lo que el ser humano es. Cuando uno baila refleja toda su experiencia de vida, su personalidad, sus miedos y sus emociones. En definitiva, bailar es conocerse a uno mismo, es mirar hacia dentro.



¿Cuándo y de qué modo recuerdas el nacimiento de tu interés por este arte?


Desde muy temprana edad, en mi niñez. Siempre tuve la necesidad de expresarme a través del baile, como un impulso que surge de mi interior. Siempre supe que sería bailarina. Desde que inicié en Ballet, cuando tenía 4 años.


No todo profesional se dedica a la enseñanza, ¿qué te animó a impartir cursos?


Pude descubrir que me gustaba la enseñanza a partir de que empecé a trabajar con niños. No fue un camino que busqué, simplemente ocurrió de forma natural a partir de trabajos que me ofrecieron para dar clases. Pero fue algo que me entusiasmó y que potencié con el tiempo, hasta el punto en el que considero que enseñar, es uno de mis mayores fuertes. Me entusiasma sobretodo impartir no sólo la técnica del baile, sino a tener actitud y buena presencia, tan esencial e importante.

¿Qué nos puedes contar sobre tus años de formación profesional? ¿Qué te llevas de ese tiempo?


A lo largo de mi recorrido como bailarina he podido aprender y disfrutar de diferentes estilos del baile, así como de otras áreas que me han ayudado en mi formación y experiencia; como percusión corporal, teatro y títeres. Nunca profundicé en aprender un solo estilo de baile, siempre probé diferentes estilos y profesores.


Algunos de los profesores fueron tan exigentes que sufría en las clases por miedo a hacer algo mal. Esto hizo que me sintiera incómoda perdiendo la alegría del proceso de aprender. Sin embargo, fue algo que transformé cuando comencé a dedicarme a la enseñanza.


En mis clases doy mucho valor a disfrutar del proceso así como a la importancia de sentir que estás en un espacio acogedor. El humor es fundamental, pues la risa ayuda a relajarnos y por tanto a procesar mejor la información. Los "fallos" que puedas cometer en las clases son posibilidades para improvisar, para resolver situaciones imprevistas como pequeños desafíos. Cuantos más fallos cometas, más practicarás resolverlos y ganarás como consecuencia mucha seguridad en ti misma y desarrollo de tu propio estilo.

Las coreografías y la técnica del baile son muy importantes pero no más que DISFRUTAR APRENDIENDO.

Ich bin in Argentinien geboren, auf Teneriffa aufgewachsen und lebe seit mehreren Jahren in Berlin. Im Alter von 4 bis 13 Jahren lernte ich Ballett, die Grundlage aller Tänze und später entwickelte ich andere Disziplinen wie Flamenco und Latin-Stile: Salsa, Samba und Bachata. Aufgrund meines Temperaments und meiner künstlerischen Wurzeln verliebte ich mich in lateinamerikanische Tänze und habe mich seit 2011 auf Teneriffa auf diese Rhythmen spezialisiert.


Wie würden Sie Ihre Leidenschaft für den Tanz beschreiben?

Tanzen bedeutet für mich zu glänzen, zu wachsen, das eigene Potenzial zu entfalten, sich frei, lebendig und im Vertrauen zu sich selbst zu fühlen. Es bedeutet, alle Emotionen ausdrücken zu können, zu fühlen und mit dem Leben verbunden und im Einklang zu sein. Beim Tanzen spiegeln sich die gesamte Lebenserfahrung, Persönlichkeit, Ängste und Emotionen wider. Kurz gesagt, Tanzen bedeutet für mich, sich selbst zu kennen und nach innen zu schauen.


Wann und wie erinnern Sie sich an die Geburt Ihres Interesses an dieser Kunst?

Von klein auf, schon in meiner Kindheit, hatte ich immer das Bedürfnis, mich durch Tanz auszudrücken. Es war wie ein Impuls, der aus meinem Inneren kam. Seit ich als 4jährige mit dem Ballett angefangen habe, wusste ich immer, dass ich Tänzerin werde würde.


Nicht jeder Profi widmet sich dem Unterrichten, was hat Sie dazu bewogen, Kurse zu unterrichten?


Nachdem ich angefangen habe, mit Kindern zu arbeiten, konnte ich entdecken, dass ich gerne unterrichte. Es war kein Weg, den ich aktiv suchte, sondern es ergab sich ganz natürlich aus Jobs, die mir angeboten wurden. Beim Unterrichten merkte ich, welchen Spass es mir machte und dass ich hierfür ein besonderes Talent hatte. Mit der Zeit habe ich die Lehre zu einer meiner größten Stärken entwickelt. Vor allem lege ich sehr grossen Wert darauf, nicht nur die Tanztechnik zu unterrichten, sondern auch eine Haltung und eine gute Präsenz.


Was können Sie uns über Ihre langjährige Berufsausbildung erzählen? Was nehmen Sie aus dieser Zeit mit?

Während meiner Reise als Tänzerin konnte ich verschiedene Tanzstile sowie andere Bereiche lernen und genießen, die mir bei meiner Ausbildung und Erfahrung geholfen haben; wie Body Percussion, Theater und Puppen. Ich habe mich nie damit beschäftigt, nur einen Tanzstil zu lernen, ich habe immer verschiedene Stile und Lehrer ausprobiert. Einige der Lehrer waren so anspruchsvoll, dass ich im Unterricht aus Angst, etwas falsch zu machen, litt. Dadurch verlor ich die Freude am Lernprozess. Es war jedoch etwas, das ich veränderte, als ich anfing, mich dem Unterrichten zu widmen.

In meinen Kursen lege ich großen Wert darauf, den Prozess zu genießen und sich in einem gemütlichen Raum gut aufgehoben zu fühlen.

Humor ist mir wichtig, denn Lachen hilft uns, uns zu entspannen und Informationen besser zu verarbeiten. Die Fehler, die man im Unterricht machen kann, sehe ich als Möglichkeiten zum Improvisieren. Je mehr Fehler du machst, desto mehr übst du und gewinnst dadurch viel Vertrauen in dich selbst und deinen eigenen Stil.

Die Choreographien und die Tanztechnik sind sehr wichtig aber nicht wichtiger als das LERNEN zu GENIESSEN.